Hitos previos: a qué momento de los últimos años se parece la situación actual

La historia de los últimos 20 años arroja otros meses con subas de precios muy elevadas relacionadas con devaluaciones del peso y actualizaciones de precios de servicios regulados, como las tarifas y el transporte. ¿Cuáles son los otros factores que incidieron entonces y qué similitudes y diferencias hay con lo que ocurrió en marzo pasado, cuando dio un aumento de 6,7%?
Los hitos más recientes datan de septiembre de 2018 (6,5% de inflación) y septiembre de 2019 (5,9%) durante el gobierno de Mauricio Macri. En ambos casos se pueden ubicar desencadenantes como devaluaciones del peso, además de ciertos factores políticos.
“En el mes previo al dato de 2019, el dólar había subido un 23,6% tras las primarias obligatorias en las que salió primero Alberto Fernández. En tanto, en septiembre de 2018, el golpazo también fue previo: el 30 de agosto el tipo de cambio saltó un 24% pasando de $31,90 a $39,60, pero esto pega en el promedio de septiembre”, explicó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
Por su parte, el director ejecutivo de la consultora LCG, Guido Lorenzo, dijo que en septiembre de 2018 y el mismo mes de 2019 se dio la típica asociación entre tipo de cambio e inflación “en la que el shock cambiario fue detonante”. “En el caso del número de 2018 es cuando empieza a operar el segundo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque la economía no hacía pie y no se encontraba el problema o rumbo a seguir”, continuó.
Otro mojón tuvo lugar en abril de 2016, cuando el índice de inflación de la Ciudad de Buenos Aires (todavía no se habían vuelto a publicar datos del Indec) dio un 6,5% por el impacto de subas del 200% en el gas y el agua y del 70% en el transporte público.
Más atrás en el tiempo, en abril de 2002, el dólar venía subiendo desde enero, pero el mayor valor de la inflación (10,4%) fue en ese mes. “En enero de 2002 los alimentos aumentaron un 2,1%; en febrero, un 4%; en marzo, un 5,2% y en abril, un 13%. Es como que en abril se desató todo. Indumentaria subió un 22%, equipamiento, un 13%; salud, un 14%. Son rubros que venían subiendo en meses previos, pero tuvieron un pico ahí, lo que tiene cierta lógica. En ese entonces estaba todo más controlado y la gente no estaba tan acostumbrada a la dinámica de la inflación”, puntualizó Tiscornia.
En tanto, dijo que en cada uno de estos casos (septiembre de 2019, septiembre de 2018, abril de 2016 y abril de 2002) la inflación está por arriba de lo que era la tendencia en esos momentos, mientras que ahora la inflación de base viene siendo más alta, con lo cual parte del problema es que la base “ha aumentado respecto a episodios previos”.
“La preocupación del dato actual es que no sea algo puntual. Es cierto que lo que pasa en los precios internacionales afecta, el tema es si es transitorio o un componente permanente. En el resto del mundo es transitorio, algo de uno o dos meses y luego responden los bancos centrales, mientras que en otros países como el nuestro esto se incorpora a las expectativas y te pone un piso más alto. Hay que ver cómo responden quienes fijan precios al dato que se conoce esta tarde”, agregó Lorenzo.
En este sentido, Fernando Marull, socio en FMyA, dijo que si se mantienen los pronósticos actuales de inflación para abril del orden del 4,5% el pico ya habría sucedido en marzo. “El número impresiona, pero no estamos en una dinámica ascendente porque abril da menos”, afirmó.
Por último, el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadín Argañaraz, sumó algo a favor del argumento del ministro de Economía, Martín Guzmán: “La Argentina tiene problema serio en materia inflacionario, pero la diferencia entre el primer trimestre de 2022 y mismo periodo de 2021 es muy parecida en puntos porcentuales a la del resto del mundo”.
Source: economia